Empty pool. Autor desconocido.
El sol de invierno apenas da calor a esta piscina vacía
que reposa en silencio bajo mis pies.
No hay gritos de niños
ni colchonetas hinchables.
No huele a protector solar
ni a veranos de infancia.
Un manto de pinocha triste en el fondo
[de mi corazón]
La vida cuelga sobre el vacío de un trampolín.
Escalera oxidada.
Pintura color aguamarina desconchada
...y unas notas de piano que suenan a lo lejos.
Como si de una banda sonora se tratase.
La banda sonora de mi memoria.
Y de repente vuelven aquellos veranos
y las canciones a voz en grito volando en un columpio
y la natación torpe de la abuela
y el olor a cloro en el pelo
y el agua tan fría que parecía que iba a hacernos explotar el cerebro.
Pero ya no eres aquel niño
[nunca más]
ni los veranos tienen la magia de los 90 días de vacaciones.
Ahora el verano es asfalto que abrasa,
calor que abraza la gran ciudad
y las piscina vacías en invierno tienen el poder de evocar sensaciones que creías guardadas para siempre.
Es la magia de las canciones,
que nunca sabes a donde te pueden transportar.
Es la magia de los recuerdos,
que siempre sabes que pueden volver en el momento más inesperado para hacerte feliz
[una tarde de domingo]