Sin título de Oleg Oprisco
Te doy mis condolencias, corazón roto... porque la felicidad ha muerto.
Iremos a su entierro elegantes y oscuros, con los ojos llenos de lágrimas.
La tristeza inundará todo y cabalgará a sus anchas entre las flores marchitas.
Se secarán los manantiales y la hierba y las mujeres fértiles.
Morirán las cosechas y los pájaros dejarán de volar.
Moriremos todos lentamente, poco a poco.
Te doy mis condolencias, invierno... porque la tristeza ha muerto.
Iremos a su entierro elegantes y floridos, con los ojos llenos de luz.
La felicidad inundará todo y cabalgará a sus anchas entre las flores.
Brotarán los manantiales y crecerá la hierba.
Brillarán las estrellas en el universo y el sol de mediodía.
Sonreiremos como nunca habíamos sonreído, con los empastes al aire.
Bailaremos y saltaremos porque ha llegado la primavera.
Reviviremos todos lentamente, poco a poco...
...para recuperar la vida que nunca debimos dejar de lado.
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