Breathe de Junior Mello
Te vi y me viste. Miraste dentro de mí como nadie había hecho hasta ese día. Atravesaste mi piel con tu mirada... y horas más tarde con tus dedos también.
Cruzamos juntos la Gran Vía con el semáforo en rojo. Los coches nos pitaban, pero nos daba igual. Yo me sentía como uno de esos adolescentes franceses que salen en las películas. Tú reías como ríen los niños en el parque de atracciones.
Me llevaste a beber bloody mary aprovechando la happy hour de un bar de mala muerte. Me emborraché y casi me caigo con uno de esos adoquines sueltos de Corredera, pero me cogiste al vuelo... y me hiciste volar. Hora feliz. Triste destino.
Tenías los labios más rojos que había visto jamás. Labios que daban ganas de besar. Labios para morder durante horas... y te mordí... y me mordiste. Carne fresca en una jungla de neones. Sangre fresca en una noche eterna... en una noche única.
A la mañana siguiente amanecí con el rojo de tus labios en los míos... con tu olor entre las sábanas, pero sin ti.
¿Quién iba a pensar que eras un vampiro del amor?
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