Sin título de Gianfranco Briceño
Entregarse al placer por el placer. Disfrutar de uno mismo como si no hubiera mañana. Noches de insomnio y desesperación entregadas al onanismo. Tocarse. Tocarte. Dejar volar la imaginación. Hacer mentalmente todo eso que nunca te atreverías a hacer en la vida real. Calor. Caricias. Piel de gallina. Pelos de punta. Volver a ser ese adolescente que no sabía nada y pensaba que sabía todo. Un escalofrío. Sangre que hierve. Gritos ahogados bajo las sábanas. Fuegos artificiales. Oscuridad. Silencio. Fin.
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